Existen diferentes tipos de glaucoma, la variedad más frecuente en nuestro medio es el glaucoma de ángulo abierto, y su causa es desconocida.
El glaucoma de ángulo estrecho, obedece a una predisposición anatómica (ojos hipermétropes).

En los glaucomas secundarios, se conoce en parte el motivo, por ejemplo: en el glaucoma pseudoexfoliativo, el material de pseudoexfoliación es el responsable de la obstrucción de los drenajes internos del ojo y el aumento de la presión intraocular, aunque el motivo por el cual un ojo genera el material pseudoexfoliativo, permanece incierto.

En los glaucomas congénitos, existe una malformación anatómica de los drenajes internos del ojo, lo que genera el aumento de la presión intraocular.

Glaucoma primario de ángulo abierto: Es el más frecuente, suele iniciarse a partir de los 40 años, es de evolución lenta y no presenta síntomas hasta estadios finales (donde se produce la pérdida de la visión), siendo habitual su diagnóstico o sospecha en un control rutinario en la consulta del oftalmólogo (PIO elevada, alteración de la anatomía del nervio óptico). La causa es desconocida.

Glaucoma de Angulo Cerrado: Se puede presentar de forma aguda o crónica. La forma aguda suele cursar con gran dolor ocular, enrojecimiento del ojo, fotofobia, visión borrosa y nauseas por lo que la mayoría de los pacientes acuden a un servicio de urgencias donde se les realiza el diagnóstico. Es una situación grave, con un elevado riesgo de pérdida de visión. La forma crónica no suele presentar síntomas tan llamativos como la forma aguda. La causa suele ser la predisposición anatómica que presentan los ojos hipermétropes, que con el paso del tiempo, y en general después de los 50 años el riesgo de desarrollar la enfermedad va aumentando. A demás del examen oftalmológico, contamos con equipos como el Visante y UBM (Ultrabiomicroscopía), que pueden aportar datos importantes para la sospecha del glaucoma de ángulo cerrado.

Glaucomas secundarios: Grupo heterogéneo de glaucomas. En ellos existe una causa concreta, con frecuencia otra enfermedad ocular, que genera la elevación de la presión. Entre ellos se encuentran el glaucoma pigmentario, el glaucoma pseudoexfoliativo, el postraumático, el inflamatorio, el secundario al tratamiento con corticoides, el neovascular

Glaucoma congénito: Se presenta en los primeros días a meses de vida del paciente y es secundario a anomalías del desarrollo del ojo durante la gestación. Presenta como síntomas molestias con la luz, buftalmos (aumento del tamaño del globo ocular), lagrimeo, disminución de la transparencia corneal …

El glaucoma es una enfermedad que no tiene cura. Los tratamientos de los que se dispone en la actualidad (médicos o quirúrgicos), tienen por objeto disminuir la presión intraocular, de manera que se logre detener la progresión de la enfermedad.
Los colirios o gotas antiglaucomatosas tienen diferentes mecanismos de acción y se prescriben según el tipo de glaucoma y el estado evolutivo del paciente.
Existen diferentes cirugías para detener la progresión del glaucoma, y la elección de la técnica depende del tipo de glaucoma y el estado evolutivo del paciente.

Existen también diferentes tipos de tratamientos con láser. La trabeculoplastia, que se utiliza generalmente cuando el paciente no puede someterse a una cirugía por problemas del estado general o del ojo, y la goniopuntura, que es un láser con el que se puede aumentar en algunas ocasiones la tasa de éxito de una cirugía denominada esclerectomía profunda no perforante. La iridotomía con láser, que es un procedimiento para prevenir o tratar al glaucoma de ángulo estrecho.

Es importante recordar que como el glaucoma no tiene cura, el diagnóstico precoz es muy importante para preservar el mayor tiempo posible la visión. Es aconsejable el examen y estudio de los familiares de los pacientes afectados por glaucoma, ya que es una enfermedad que se trasmite familiarmente.

¿Que síntomas tiene la enfermedad?
La mayoría de los pacientes con glaucoma no presentan síntomas, por lo que el diagnóstico se realiza mediante una exploración oftalmológica completa, dirigida a evaluar la presión intraocular, el estado del nervio óptico y la función del mismo.

¿Que pronóstico tiene la enfermedad?
El pronóstico de la enfermedad depende del tipo de glaucoma y la agresividad que éste presente, hay glaucomas que se controlan con medicación toda la vida y no necesitan procedimientos quirúrgicos. En otras ocasiones el glaucoma puede ser una enfermedad muy agresiva, y necesitar de uno o varios procedimientos para intentar detener su progresión.

¿Como me tengo que controlar la enfermedad?
El control en los pacientes que han logrado estabilizar la enfermedad, se realiza con tres o cuatro visitas anuales en las que se mide la presión intraocular, se examina la anatomía del nervio óptico y una vez al año se valora el campo visual. En los pacientes que padecen enfermedades más agresivas el control es diferente y se va ajustando a las necesidades del paciente.

¿Esta enfermedad es hereditaria?
Si, esta enfermedad se puede transmitir a la descendencia, por lo que es aconsejable el control y los estudios para realizar diagnóstico precoz en los familiares de los pacientes que padecen glaucoma.

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